Tras seis ambiciosas novelas ambientadas en el universo de la Primera Ley, Joe Abercrombie intenta algo distinto abordando por primera vez un trabajo fuera del mundo que le hizo famoso. Es así como surge la trilogía del Mar Quebrado y su primera entrega, Medio Rey (Half a King, en inglés). Se trata de un libro claramente dirigido a un lector joven, no sólo porque los elementos más conocidos de Abercrombie (la violencia y la ambigüedad moral de sus personajes) estén suavizados, sino también porque a nivel de estructura es una novela mucho más sencilla que sigue una única trama y un único personaje protagonista a través de una historia que ya de por sí es bastante típica en este género: un joven príncipe despojado de su trono mediante la traición de un familiar y que debe empezar desde abajo para recuperarlo. Este argumento, repetido en la ficción muchas veces desde Hamlet hasta El rey león, da pie sin embargo a una novela muy entretenida y con una narración más ágil que muchas del resto de la obra de su autor, cosas que se dan no sólo por su corta extensión sino también por lo directo y enfocado que resulta todo, dando escaso margen a subtramas.
Lamentablemente esto significa también que algunos de sus aspectos formales no están tan bien trabajados como otras de sus novelas; algunos de los personajes secundarios más interesantes como la madre del protagonista no se desarrollan casi, y aunque la partida del héroe consta de seis personajes distintos, pronto queda claro que los únicos que realmente importan son dos, mientras que el resto quedan prácticamente olvidados. Hay asimismo una revelación cerca del final que se ve venir a leguas aunque aún así el desenlace guarda otras sorpresas no tan evidentes.
Además de tener lugar en un mundo distinto al de sus libros anteriores, el universo de Medio Rey es mucho más realista puesto que no hay mención a magia ni a elementos sobrenaturales, y su ambiente tiene muchas reminiscencias a la cultura vikinga de la que su autor es por lo visto un gran aficionado. Es un muy buen libro con algunos pasajes que se sienten un tanto apresurados (principalmente las escenas de batalla parecen ser algo que Abercrombie desea sacarse pronto de encima) y en general puede que no esté al nivel de otras obras de su autor, pero como introducción a su estilo particular está más que recomendado. Curiosamente, y algo que no me esperaba, el final queda más o menos cerrado, así que perfectamente se puede leer como una única novela, algo que en el universo literario-fantástico de hoy en día es sorprendente.