Desde pequeños, Laurence y Patricia saben que son especiales: él es un genio de la tecnología capaz de crear inteligencia artificial y una máquina que le permite viajar dos segundos al futuro, mientras que ella descubre que es una bruja capaz de alterar la realidad y hablar con los animales. Esta es la historia de su amistad y de cómo cada uno de ellos intenta, a su modo, salvar el mundo.
All The Birds in the Sky es la primera novela de una autora por otro lado bastante prolífica en el relato breve, y un libro que me llegó altamente recomendado como uno de los más destacables del año. La verdad es que es un muy buen trabajo que mezcla de forma brillante temas como la magia y la tecnología en una obra que es mitad fantasía y mitad ciencia-ficción, pero sobre todo una historia acerca del vínculo entre dos personas y su amistad/amor en medio del Apocalipsis. Eso sí, está completamente desprovista de cursilerías y aunque no escatima en sentido del humor (sobre todo al principio), se toma en serio a sí misma y desarrolla sus personajes con profundidad, evitando lugares comunes y clichés tanto de los géneros que toca como en su tratamiento de los personajes masculinos y femeninos.
Me parece curioso, sin embargo, que esta novela haya sido incluida en numerosas listas de literatura juvenil, ya que tanto los temas como el lenguaje y las conclusiones son tremendamente adultas. Creo que dicha clasificación se debe únicamente a que los personajes pasan todo el primer tercio de la novela como niños y el relato tiene, al menos en su primera mitad, la estructura de una historia de crecimiento y formación cuyos referentes sonarán en un principio muy obvios (imposible, por ejemplo, no pensar en Harry Potter cuando se hace mención de una Academia de magos a la que la novela por fortuna se salta mediante una gran elipsis).
Esto es, sin embargo, lo único en lo que se asemeja a dicho género porque una vez que los personajes se hacen adultos todo cobra un tono mucho más serio y el enfoque ya no es tanto el descubrimiento de las habilidades de los protagonistas sino su relación, la manera como cada uno de ellos aborda su propia soledad y sobre todo el poderoso lazo emotivo que los une. También hay un serio cuestionamiento a la incapacidad de entender al Otro y del rol del ser humano en la Naturaleza, y todo el trasfondo apocalíptico de su segunda mitad es probablemente su mayor concesión a la ciencia-ficción. En muchos sentidos es una historia bellísima que encanta precisamente por la forma tan sobria en que está contada.
Lo que la hace decaer un poco sea quizás el tramo final, un tanto apresurado y sin la fuerza que ha tenido toda la narración anterior, pero el viaje hasta allí me ha gustado tanto que se me hace fácil perdonarle todo. Muy recomendable, de verdad.